Demon's Crest, un humilde review por un objetivo servidor.

Responde a esta pregunta, ¿Quién es el demonio más BADASS de los videojuegos?

Muchos pensarán en Dante de Devil May Cry, y no les puedo culpar, es un personaje carismático, hábil, gracioso, varonil (menos en el tercer juego, que ahí pinta muy mariquita) y por supuesto BADASS.

Pero pasa y resulta que él no es el demonio más BADASS de los videojuegos. No pretendo ofender a los fans de Devil May Cry en absoluto, pero que le den a Dante, he encontrado a un demonio mucho más BADASS: Firebrand.



El primer motivo por el que Firebrand es BADASS, es que es uno de esos demonios que son brutales monstruos con garras que comen niños, violan mujeres y le rompen la crisma a los ancianos, no es uno de esos mariconcitos con pinta humana que dicen ser demonios sin serlo, al revés (¡Eh! ¡Que yo dibujo zorras con pinta de góticas que dicen ser diablos sin serlo! ¡Es completamente distinto!).

Puede que Firebrand no tenga una espadita ni unas pistolitas, pero puede escupir fuego, escalar por las paredes con sus garras y volar, puede parecer poco, pero se le da jodidamente bien.

¿Y en qué juego sale semejante pateador de culos del averno? Pues bien, Firebrand empezó siendo un malo del Ghost 'n Goblins, pero viendo que molaba muchísimo más que el propio prota y todo lo demás en el juego, sus creadores decidieron diseñar su propio videojuego, Demon's Crest, un videojuego de SNES tan malvado y aterrador que, en caso de haber estado en un colegio católico, habrías quemado la capilla en donde dábais lengua y hubieras hecho un ritual satánico adorando a esta obra maestra jugabilística.

Demon's Crest ha sido desarrollado por CRAPCOM cuando aún era CAPCOM, es decir, cuando estaban en su edad de oro, la época en la que eran los putos amos, se curraban sus juegos y hacían muchas más cosas aparte de sacar mil versiones del Street Fighter, por lo que el juego muestra su edad, pero al mismo tiempo demuestra ser mucho más complejo, entretenido y visualmente atrayente que la gran cantidad de basura que sacan para la Play 3 y la Xbox.

¿Y de qué va el juego? Mmmmm... ¿Te acuerdas cuando en Devilman se muestra el flashback con demonios destrozándose mutuamente?



Pues de éso va el juego.

Tomas el control del ya mencionado Firebrand, un demonio que está muy cabreado y decirle desahogarse masacrando a otros demonios más débiles que él, y al mismo tiempo hay otros demonios que no están de acuerdo con su plan, y debes patear sus culos con pinchos por meterse en donde no les llaman.

El juego empieza directamente yendo al grano, nada más presionar empezar juego te enfrentas a un dragón zombie que pretende morderte y convertirte en un demonio zombie (aunque no sin antes dejarte bien hecho con sus llamas), después vas matando más zombies fantasmas, onis con hachas y un hipogrifo, luego escalas una montaña llena de espinas con ojos y arañas con bocas grandes hasta que llegas a la cima y le pateas el culo a Arma, un demonio que es rival tuyo, y consigues un power up que te convierte en un demonio marrón con más músculos que Chuache capaz de romper pedruscos a codazos.

A partir de ahí puedes ir volando por el mundo demonio e ir eligiendo fases para buscar más power ups que te transforman en más demonios.

Firebrand convertido en un demonio de agua,
disparándole agua a un caracol demonio de agua
en una mazmorra llena de agua.

El juego no sólo se centra en incinerar demonios, también tienes que usar tus power ups para destruir obstáculos, sobrevolar escenarios y quemar cosas para encontrar más power ups. Básicamente es un metroidvania, pero sin ser gay y teniendo su propia identidad.

He intentado buscar en Internet una imagen
con Firebrand comiéndose los brazos de Asura, pero como
no encontré nada he decidido dibujarla yo mismo.

Demon's Crest es uno de ésos juegos en donde hay una gran variedad de enemigos y jefes, todos ellos con un diseño macabro y diabólico. Muy posiblemente hayan canis y gafapastas que digan que los demonios son muy infantiles y digan que prefieren a los terroristas del Call of Duty o a los deformes retrasados mentales del Bioshock, ya les gustaría a ellos que creyera que un imbécil subnormal que intenta averiguar cómo le funciona el pene es mucho más adulto que una libélula gigante con tenazas y cara humana.

¿Cuál te supone un desafío mayor? ¿Un político de poca monta que habla mucho pero al final no da un palo al agua?



¿O un esqueleto excavador con una guadaña que guarda cabezas en sus costillas?



Demon's Crest no es uno de esos aburridos juegos en los que siempre estás matando al mismo tipo con metralleta una y otra vez, aquí encontrarás gárgolas esqueléticas que te cagan encima, fantasmas a los que les gusta comer fuego, un espíritu de fuego que quema bosques, un moco gigante con ojos que escupen ácido por las pupilas, una masa de carne y tierra que produce terremotos y mucha más fauna demoníaca.

Otra cosa genial del juego es su banda sonora, ya que aprovecha al máximo la capacidad de la Super Nintendo para crear orquestas tétricas que harán que tu columna vertebral salga de tí acojonada y huya llamando a la columna vertebral de tu madre.



Cuando te pasas las cuatro primeras fases puedes ir a por el malo final y terminar el juego, claro que éso sería actuar como una nenaza y apresurarse para matar al malo sin que haya podido prepararse, y rendirse con una falsa percepción de victoria, en lugar de continuar el juego y disfrutar de todos sus desafíos para que al final libres una batalla épica en las fosas ardientes del Inframundo.

Demon's Crest es un juego que recomiendo muchísimo por su gran variedad, su gran apartado gráfico y su experiencia rejugable y no lineal.

Nota: 666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666.666 mil seiscientos sesenta y seis sobre 10.

Juégalo o vete al Infierno... No, mejor vete al Infierno y juégalo, para que estés en la atmósfera adecuada.

¡El diablo me ofrece Heavy Metal y el Demon's Crest!
¿Qué me ofreces tú, mariposas y campos con flores?
¡Eso es una mierda, así que jódete!