Estamos en 1986, los juegos no tenían gráficos ultrarealistas ni guiones de mil páginas porque no los necesitaban y resaltaban en demás características más importantes como la jugabilidad, acabas de comprarte el Metroid que estaba junto a un Megaman y un Super Mario, llegas a casa, metes el cartucho en la consola y se te presenta una de las mejores introducciones del mundo de los videojuegos.
Y aquí es donde empieza esta gran aventura.
Metroid destacó por su trepidante acción y por su excelente música, pero sobretodo destacó por ser un juego no lineal. Es ahí en donde la exploración se convierte en el factor más importante del juego, aquí no hay niveles ni metas, es una sola partida multipantalla que ofrece todo un mundo hostil a explorar, y como no cuentas con mucho armamento debes ir buscando los powerups que te permitirán ir a esas zonas que creías imposibles de acceder, como la morfosfera para ir a lugares estrechos o el supersalto para saltar más alto.
También habían armas que te facilitaban las cosas, como los poderosos misiles, las bombas de la morfosfera que también nos abrían rutas nuevas, el rayo de hielo que obviamente congelaba enemigos y te permitía también ponerte encima de ellos, y como no, el salto en barrena que nos protegía cada vez que saltábamos.
Los jefes principales, es decir, Ridley y Kraid, a pesar de no ser tan grandes e intimidantes como hoy en día, podían patearte el culo cada vez que te enfrentabas a ellos, sus batallas eran cuestión de habilidad con el mando.
Como acabamos de decir, Metroid destacó por ser un juego no lineal, es decir, en el juego puedes ir absolutamente por donde te dé la gana, incluso podías ir a los sitios más avanzados del juego, en donde por supuesto te pateaban el culo, pero hey, era divertido encontrar lugares nuevos, todavía me acuerdo que me partí el culo de risa cuando me enteré de que en el juego había una armadura especial que me protegía de las zonas en las que me quemaba el culo.
El juego en sí era una innovación por sí mism0, tanto por su apartado gráfico y sonoro, esta última no solo consistía en la brutal banda sonora que lograba adaptarse perfectamente a la situación, sino también en el sonido en general, los disparos, los impactos de las armas, hasta podías oir los pasos de la protagonista al caminar.
Hasta fue el primer juego en dar un indicador de salud, claro que comparándolo con otros juegos posteriores todavía le falta estar bastante pulido, de hecho este es uno de los pocos problemas del juego, EMPIEZAS SIEMPRE CON 30 PUNTOS DE ENERGÍA, al contrario que los Metroid posteriores en donde empiezas con los 99 puntos de toda la vida, aquí tenías que matar enemigos para tener la energía por completo, afortunadamente podías encontrar tanques de energía que aumentaban tu salud por 100 puntos, pero adivina qué, para guardar el juego tienes que morir (bueno, guardar en la versión japonesa, aquí para salvar la partida teníamos que memorizarnos unas contraseñas jodidamente largas), y una vez que cargas, por muchos tanques de energía que hayas conseguido, empiezas igualmente con 30 puntos de energía, eso significa que no solo tienes que llenar tus 99 puntos, sino también LOS TANQUES DE ENERGÍA, y créanme, no es nada divertido estar media hora matando enemigos para ver si te dan vida.
¿Un consejo para el juego? PROCURA QUE NO TE MATEN.
Si te matan al principio del juego no pasa nada, pero si ya has progresado bastante y te matan, créeme, estás jodido.
Aun con eso la dificultad principalmente es cuestión de habilidad y memorizar los lugares, y tras un arduo pero satisfactorio viaje, tras derrotar a los temibles Kraid y Ridley, por fin estás ahí, en Tourian, para enfrentarte a las temibles criaturas que dan nombre a esta saga, los Metroides.
Enfretarse a ellos era cuestión de "o él o tú", ya que si te pillaba uno te costaba un cojón quitártelo de encima, no porque fuera complicado apartarse de ellos, sino porque quitaban bastante vida, por no mencionar que las habitaciones no paraban de dispararte láseres, así aumentando la dificultad.
Tras derrotar a los Metroides finalmente ya podías ir a la batalla final contra Mother Brain, y la puta madre, esta sí que fue una batalla difícil.
En primer lugar más te valía haber estado coleccionando misiles, porque los ibas a necesitar y mucho, en primer lugar habían unas columnas electrónicas que te impedían el paso, y dichas columnas solo se podían destruir con misiles, y encima habían un buen número de esas jodidas columnas, luego, tras abrirte paso y encontrar a Mother Brain, tenías que destruir la cápsula en la que estaba a misilazos y finalmente reventarla con más misilazos, eso añadiendo la piscina de lava que tenías debajo y los láseres que te disparaban por todos lados.
Y cuando al final logras destruir a esa bestia con mucho esfuerzo y sudor, te sale un contador de autodestrucción y tenías que salir de ahí cagando leches a la habitación de al lado, saltando muchísimas plataformas mientras estabas de los nervios.
Y por fin, tras haber experimentado un gran viaje como este, lo habías logrado, habías terminado el juego, que dependiendo del tiempo que hayas tardado podías sacar numerosos finales, el más chungo con Samus de espaldas avergonzada de tu torpeza y lentitud, el segundo menos chachi con Samus estando ahí con su armadura como si nada, y a partir del tercero hasta el quinto, dando al mundo de los videojuegos uno de los momentos más épicos de su historia:
La verdadera cara de Samus Aran.
Al final, ese ser mecánico con el que jugamos todo el rato resultó ser una mujer todo el tiempo, en aquél entonces era algo incluso traumático, ya que, honestamente, los jóvenes eramos un pelín machistas y no nos hacía ninguna gracia jugar con una chica, pero este momento, a pesar de ser una completa sorpresa, no solo ha permitido introducir a esta gran mujer, sino que también ha abierto una puerta y ha permitido a todos los personajes femeninos que conocemos hoy en día ocupar un hueco en nuestra experiencia videojugabilísitica.
Y por si eso no fuera bastante, con los códigos correctos podíamos jugar con ella sin la armadura, muy fuera de lugar, pero joder, cómo molaba.
Metroid es un clásico a toda regla que todo gamer debe jugar, es un juego que sin duda alguna forma parte de nuestra cultura, si quieres introducirte en esta saga con este juego te advierto de que te va a costar bastante pasártelo, pero puedes confiar en que esta va a ser una experiencia muy gratificante para tí, así que no te cortes y juégalo, eso sí, NI SE TE OCURRA MORIR, O ESTÁS JODIDO.
Y por supuesto esta saga no podía quedarse aquí, así que la saga daría su próximo paso en la Game Boy con el siguiente juego.
Metroid II: Return of Samus (Game Boy)
Lamentablemente este es considerado la oveja negra de la saga debido a la limitaciones de su consola, y no puedo negar que los escenarios ni la música lleguen a ser tan buenos como las de su predecesora, aun así es un juego jodidamente épico.
En primer lugar Metroid 2 es mucho más justo que su antecesor, no solo corrige ese horrible fallo de salud y guardado, también te permite empezar directamente con la morfosfera y con 30 misiles, y aparte de eso también puedes encontrar items especiales que te permiten recargar energía y los misiles cuando quieras, algunos de ellos muy bien escondidos, pero están ahí, y viendo lo mucho que me han sodomizado en el primer juego es algo que incluso agradezco.
De resto, bueno, quizás los escenarios no sean tan memorables, y la música no está mal, pero abusa un poco de las canciones tipo "silencio", que honestamente llegan a ser un poco pesadas.
Quizás el ambiente no sea tan espectacular en esa ocasión, pero insisto, este juego es una completa pasada, y he aquí los motivos.
En primer lugar tenemos el control, ese problema de no poder disparar abajo se ha ido, aquí sí puedes no solo destruir a los enemigos mientras saltas, sino que también puedes destruir esos bloques que en el anterior juego habrías tenido que destruir con bombas, no es una diferencia muy grande, pero todo el control está mucho más pulido.
Otra cosa que hace grande a este juego son los power ups, no solo nos permiten empezar con los powerups básicos y no solo han añadido los mismos powerups del anterior juego, sino que no se han cortado en absoluto en lucirse con los nuevos powerups, tenemos el rayo Spazer que nos da un triple disparo, también el todopoderoso rayo de plasma, lamentablemente solo podemos tener un rayo equipado, pero podemos cambiarlo yendo a los sitios en donde los conseguimos, también tenemos el salto espacial con el que podemos saltar a donde queramos, la aracnosdera que nos permite escalar las paredes y el techo con la morfosfera, hasta con el supersalto podemos saltar con la morfosfera sin necesidad de usar bombas. Ahora Samus es muchísimo más poderosa y BADASS.
Pero lo realmente interesante del juego son los Metroides, la saga de Metroid constantemente muestra pruebas de inspiranción en la saga de Alien, pero aquí se muestra la total inspiración aplicándola en los Metroides, en los otros juegos de Metroid te encuentras a los Metroides entre la mitad y ya en el final de la partida, en cambio aquí, en Metroid 2, te enfrentas a ellos durante toda la partida, hasta hay un contador que te dice cuántos Metroides te quedan por eliminar (siendo 39 en total), y no esperes encontrarte con esas burbujitas con dientes, ahora los Metroides han evolucionado y pueden patearte el culo más que nunca.
Los Metroides presentan distintas fases de crecimiento, tenemos el Metroid Alfa, el Metroid Gamma, el Metroid Zeta, el Metroid Omega, y hasta una Reina Metroid, ahora los Metroides son mucho más BADASS que antes, ahora son los jefes de todo el juego, cosa que durante toda la franquicia solo se ha visto aquí, y la verdad es que es una pena, la cadena evolutiva de los Metroides era sin duda algo genial, pero como mucho solo han tenido un cameo en Metroid Fusion, en los demás juegos solo hemos visto miles de variaciones del Metroid Estándar en juegos posteriores, que si Metroides Fisión, que si Metroides Cazadores, que si Metroid Hatcher, que si Metroides Oscuros ¡Ya estamos hartos de bichos vagamente inspirados en el estándar, queremos a la Reina Metroide de vuelta!
Aparte de los powerups y los Metroides, otro motivo por el que me encanta Metroid 2 es porque personalmente tiene el mejor final de la saga.
Aquí tras destruir a la Reina Metroid, en lugar de ir a toda hostia con un contador poniéndonos nerviosos como en los otros juegos, aquí simplemente encontramos un huevo del que sale un pequeño Metroid que nos confunde con su madre, y la verdad es que es una escena muy enternecedora, en lugar de salir pitando de un sitio incandescente con una música atronadora, aquí simplemente nos largamos con una criaturita mientras suena una música mucho más tranquila, algo simple, pero muy efectivo.
Quizás no sea tan emblemática como el primer Metroid, pero esta ha sido una muy importante secuela y un gran progreso en esta saga, si quieres ser testigo del avance de la saga entonces adelante, es un gran juego que vas a disfrutar bastante.
Metroid y Metroid II: Return of Samus son dos juegos muy importantes de esta gran franquicia, pero mañana daremos un paso mucho más grande y analizaremos el mejor juego de la saga: Super Metroid.
buen articulo pero me voy a quedar ciego leyendo esto porque pones la letra cada vez mas pequeña
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